El mantenimiento diario de los sensores de presión comienza con la limpieza. Limpie la superficie del sensor regularmente con un limpiador suave y un paño suave para eliminar el polvo y la suciedad, asegurando que el sensor pueda sentir y medir con precisión la presión. En particular, el limpiador debe seleccionarse para evitar daños en el sello del sensor y las conexiones eléctricas. Para los sensores utilizados en entornos húmedos, se deben tomar medidas impermeables efectivas, como el uso de conchas impermeables o recubrimientos impermeables, para evitar que la humedad penetre en el interior del sensor y que afecte su rendimiento. Además, al cablear, el cable debe pasar a través del conector impermeable o la tubería de devanado, y apretar la tuerca de sellado para evitar que el agua de lluvia, etc., se filtre en la carcasa del sensor a través del cable.